lunes, 17 de octubre de 2011

El Porfiriato


Con las reformas propuestas por Juárez y Lerdo, diversos grupos de la sociedad estaban descontentos. Los militares licenciados se habían quedado sin poder, creían que tenían derecho a formar parte del gobierno en pago a tantos años de lucha en defensa de la nación. Cuando termino el primer periodo presidencial de Lerdo y éste  trató de reelegirse, muchos apoyaron a Porfirio Díaz, dirigente del partido opositor, cuando se rebeló en contra de esta reelección, proclamando el plan de Tuxtepec en el que exigía el respeto a la constitución de 1857 y la no reelección. Porfirio Díaz, general de carrera y héroe de muchas batallas contra los conservadores y contra la intervención francesa, fue electo presidente en 1877.
Cuando llego al poder, México seguía siendo un país con desarrollo agrario atrasado y sin industria, las vías de comunicación estaban en muy mal estado y el comercio interno era limitado. Había grandes extensiones de territorio, por lo que al llamado del gobierno de Díaz acudieron muchos inversionistas, principalmente estadounidenses.
Su gobierno fue el primero que logro aplicar una política económica, privilegiando a la región extranjera y apoyando a grandes haciendas, para que se convirtieran en latifundios de tipo capitalista, dando así impulso a la exportación de materias primas agrícolas y  minerales.

Propiedad de la tierra

Juárez y Lerdo habían impulsado fuertemente la desamortización e incluso la nacionalización de los bienes del clero, pero Díaz promovió el despojo de las tierras pertenecientes a las comunidades indígenas.
En 1883 Promulgo una ley que autorizaba la formación de compañías deslindadoras. El gobierno concedía a estas compañías la tercera parte de las tierras deslindadas y les otorgaba concesiones para adquirir el resto con grandes facilidades, esta ley se impulsó la formación de gigantescos latifundios.

La minería y el petróleo

Díaz otorgo amplias concesiones para la extracción del petróleo a los estadounidenses e ingleses. México se convirtió en uno de los productores de “Oro negro”. Sin embargo el país no se beneficio en lo absoluto.

Comercio, transporte y advenimiento de los ferrocarriles

La demanda extranjera impulsó la actividad comercial, el gobierno apoyó el desarrollo del comercio revisando y reduciendo los impuestos, apoyando la apertura comercial para productos industriales de importación.
El Porfiriato se desarrolló principalmente con estados unidos, los intereses de las compañías estadounidenses que llevaron a cabo las obras, las líneas ferroviarias unían principalmente los centros de producción, se ampliaron y reconstruyeron los puertos de Veracruz, Tampico y Salina Cruz, así como las comunicaciones telegráficas y telefónicas, el gobierno otorgó subsidios a las compañías ferrocarrileras extranjeras.
El impulso económico del Porfiriato tuvo como sustento la construcción de las vías férreas y el acondicionamiento de los puertos con el objeto de facilitar el comercio con el exterior, además de introducción del capital extranjero proveniente de Estados Unidos y Europa.

Ideología y cultura durante el Porfiriato

Durante el gobierno de Días, conforme las relaciones de los países desarrollados aumentaban la ideología de las clases altas dio un giro de 180 grados. Se acrecentó el deseo de llegar a ser como ellos, e incluso se llego a considerar que la identidad nacional representaba el atraso y que la cultura extranjera sobre todo la europea representaba a la “civilización”. La admiración de los mexicanos por los extranjeros trascendió al aspecto cultural.

El positivismo como justificación ideológica del Porfiriato

Los ideólogos Mexicanos, al igual que a los liberales juaristas estudiaron el positivismo pues era la filosofía que sustentaba al sistema capitalista; durante el Porfiriato esta filosofía  se utilizo como justificación para la instauración de un capitalismo salvaje, cuyo único objetivo era el “Progreso”, de la oligarquía.

El proyecto Educativo

Los científicos, al igual que los gobiernos de la época de la restauración consideraba que la educación era el camino hacia la liberación y el desarrollo, se inculcaba una conciencia ciudadana de unidad nacional y una disposición para el trabajo cuya finalidad seria la paz y el progreso nacional.
La administración del gobierno requería de personal más calificado, con este propósito Justo Sierra inicio una amplia campaña educativa dirigida por el estado: Se promulgo la ley de instrucción obligatoria, se crearon la escuela normal, la dirección general de instrucción primaria, la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes; se reabrió la Universidad Nacional de México.